lunes, 25 de octubre de 2010

Costumbre.

Una vez más, el dolor agudo tritura lentamente estos ojos que ahora no te ven. 
Una vez más, siento la vida escaparse entre mis dedos manchados de vos y sucios de cobardía ilógica. 

Me muevo estando quieta, lloro aún, con los párpados clausurados.

Mi cuerpo lastimado, pide suplicando la sutil brisa de la risa que surca la noche esplendorosa en busca oportuna de mis oídos sedientos de vos / voz.

Y cada segundo es una evocación sublime y transparente
Cada trazo tiene tu sabor exasperado
Cada sonido es un movimiento de tus manos en mis manos.

Quiero volver a recostarme sobre tus rodillas, mientras te miro desde el frío concreto intangible donde vivimos y en donde quiero morir una y mil veces.

Quiero arrodillarme una vez más y recuperar con tus caricias la paz que se diluye en lágrimas como agujas.

Quiero beber una vez más desde el apacible roce felino de tus labios.

Quiero correr y abrigarme del calor corrosivo y yacer inamovible en el  palpitar de tus brazos.

Dolor, Cuerpo, Segundo, Quiero, Caricias, Brazos.

Tendré que acostumbrarme.

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